23 julio 2015

Yo, mi, me, yo, mi, me, yo, mi, me...

Cada vez que veo algún caso de ombliguismo (o de lo que viene a ser lo mismo: el egoísmo más imbécil) me acuerdo de las gaviotas de Buscando a Nemo: "Mío, mío, mío, mío, mío, mío...", estúpidas perdidas en sus ombligos, sin ser capaces de ver más allá: "Yo, mi, me, yo, mi, me, yo, mi, me...".


10 julio 2015

Desaliento

A veces me invade el desánimo. Esa rabia que se me despierta contra la injusticia, la estupidez y la mala leche da paso al abatimiento cuando ves cómo la gente se ciega con el resentimiento, o con la megalomanía, o con mierdas en vinagre, y anteponen las niñerías o el sinsentido a la sensatez.

Las más de las veces suelo pensar que he vivido de cerca el cambio que una persona puede realizar, que una minoría puede realizar; que el mundo cambia y evoluciona gracias a esas minorías molestas y peleonas. Creo, en esos momentos, que la rueda está en marcha y no la van a parar. Que aunque se vaya un paso para atrás, vamos uno y medio para adelante, y otro para atrás, y otro y medio para adelante.

Pero entonces empiezan a lloverme noticias que me hablan tan mal del ser humano que vuelvo a cabrearme como las monas, y si esas noticias abundan y se van diversificando se me cae el alma a los pies. Porque todo podría ir mejor, podríamos avanzar más rápido, pero no, necesitamos echar el freno para beneficiarnos aunque el fin común salga perjudicado.

Mi marido me dice que estoy equivocada, que el concepto de "bien común" es mentira. Yo le digo que aunque no exista, yo creo en el "bien común" como él puede creer en su dios. Pero en momentos como estos dejo de creer en nada, porque dejo de creer absolutamente en el ser humano.

La mayoría no se da cuenta de que las divisiones te hacen perder. Siempre ha ocurrido así. Los políticos, por ejemplo, se saben eso al dedillo. Coge un grupo que empieza a hacerse fuerte y rómpelo. El grupo perderá fuerza, inevitablemente. Y la gente es tan cazurra que no ve que pierde esa puta fuerza. (Ya vuelvo a cabrearme)

¿Qué coño hacéis divididas? ¿Qué coño hacéis sonriendo, apoyando y siguiendo a quien solo le interesa ponerse la medalla? ¿Qué coño estáis haciendo luciendo tan contentas al lado de quien demuestra que no le importamos nada, que somos una letra que le da subvenciones pero que tiene demasiados problemas y es mejor tenerla calladita?

El ser humano es imbécil supino y está condenado a destruirse y a destruirlo todo a su paso. Qué tristeza. Qué asco.