19 diciembre 2018

Me voy de Madrid con un vacío importante

Al poco de llegar a Madrid creé otra cuenta facebookera para explorar mi espiritualidad sin interferencias activistas. Qué tontería, mi activismo transfeminista se hizo cargo de mi alter ego y terminó dominándolo. Pero es que qué coño, no podía dividirme. Lo malo es que me distancié de mis amigas feministas para centrarme en una "tribu" más espíritualfeminista, que era lo que yo buscaba. Fueron de los mejores meses de mi vida. Un par de años fantásticos. Fui condenadamente feliz. Aunque bueno, he sido condenadamente feliz desde que Fede decidió vivir conmigo. Pero eso es otra historia que me ayudó mucho a disfrutar de esa espiritualidad que me complementaba tanto.
Tuve un par de encontronazos, o tres, con una miembra de esa tribu. Encontronazos tránsfobos que despertaban mi lado más peleón. Y mira que quise disculparlo todo y disculparme, y mira que quise olvidarlo todo y empezar de nuevo, pero no hubo caso, porque yo no voy a dejar de luchar en contra de la transfobia y esa chica traía la transfobia muy metida a fuego, como la traen las terfs radfem, como la traen todas esas mujeres que crean espacios como las tiendas rojas que son transexcluyentes y se ofenden cuando se lo señalas.
Al final ella me bloqueó y con su bloqueo recibí el bloqueo de toda la tribu. Qué iba a hacer? Imponer mi presencia en un templo para crear mal rollo porque ella estaría allí? En un lugar donde la gente iba a disfrutar de su espiritualidad? Pues no. Ella no se cortó en seguir yendo, yo sí lo hice. Antepuse a la tribu del mismo modo que antepongo mi activismo por los colectivos más desfavorecidos. Algunes pensarán que yo fui muy agresiva y cerril por defender a las personas trans de la exclusión que supone las tiendas rojas y similares. Yo pienso que la agresión la recibí yo por ser excluida de una tribu a la que creía pertenecer por defender a un colectivo oprimido.
La cosa está en que todo esto ocurrió porque no supe medirme después de saber que Fede tenía cáncer y que era terminal. Fue como un "me importa todo un bledo y no estoy dispuesta a aguantar medianías, o todo o nada: si exiges serás exigida". Es algo típico de mí, mandarlo todo a la mierda cuando peor lo estoy pasando. Así que pasé los peores meses de mi vida sintiéndome tan tan tan sola. Había abandonado a mis amigas feministas para centrarme en una tribu que se había posicionado con la miembra más antigua, aunque esta fuera tránsfoba. Y yo me quedé sin dónde acudir.
No se me interprete mal. Algunas amigas no han dejado de escribirme en todo este tiempo. No saben hasta qué punto me han acompañado aunque yo apenas haya contestado. Pero yo necesitaba de mi comunidad espiritual. No es tan raro que alguien que pasa por una situación como la que yo he tenido necesite de su comunidad espiritual. Y esa, me falló. En general. Todo era una mentira. No había tribu, no había comunidad.
Cuando Fede murió, me despedí de él en el Templo de la Diosa en Madrid. Con parte de esa comunidad. Pero ya no era mi tribu, ya no, eran ajenas a mí. Habían elegido, como yo también lo había hecho al posicionarme del lado oprimido.
Lo que me jode de todo esto es que me llevo un vacío importante. Una sensación de que lo mejor que puedo encontrar es lo que encontré aquí en Madrid. Gente feminista que quiere ser transfriendly siempre que eso no moleste demasiado a alguien más antigüe. En otros lados me temo encontrar a gente menos feminista y mucho menos transfriendly (vamos, que ni se van a molestar en aparentar lo que no son). Yo hubiese querido seguir creciendo. De hecho, es lo que más necesito en estos momentos. Pero no va a ser. No va a ser.
Soy una jodida tipa asocial que no sabe medirse y a la que le duele el vacío horrores. Y esto lo cuento porque de todos modos ya me voy de Madrid, ya se acabaron las oportunidades (que ilusa de mí, aún creía posibles).
Cuando estoy con feministas me encuentro con tránsfobes y se jode todo. Cuando estoy con transactivistas me encuentro con racistas y se jode todo. Cuando estoy con antirracistas me encuentro con especistas y se jode todo. Cuando estoy con veganes me encuentro con colonialistas y se jode todo. Cuando estoy con ecologistas me encuentro con machistas y se jode todo. En general en todos los lugares me encuentro con tránsfobes, racistas, machista, especistas, colonialistas y demás mierdas. Es tan difícil encontrar quien lucha por todo... Y cuando lo encuentras, es tan difícil encontrar quien consigue ser de ley por encima de lealtades equivocadas...
Adiós a Madrid, me voy en dos días. Adiós a toda esa gente guapa que he conocido. Me jode haber sido tan asocial y no haber disfrutado más de vuestra compañía. A algunas os admiro tanto, os quiero tanto, me importáis tanto... que parece que se contradice con cómo actúo (tan asocial).
Quién sabe? Igual os vea más desde Córdoba que desde Paracuellos. Al fin y al cabo de Córdoba a Madrid hay poco más de una hora media, lo mismo que tardaba en transporte público desde Paracuellos a casi cualquier lado de Madrid

Autodefensa contra agresión

Autodefensa contra agresión? De verdad que me planteo muy seriamente lo de agresión antes que defensa. Llevo usando hace unos meses un bastón, y espero no dudar en utlizarlo a la mínima que vea a un energúmeno que pretende agredir de cualquier modo a alguna mujer. Porque os prometo que le clavo el pico del bastón en la cabeza. No como defensa, no para defenderme, sino para defender a cualquier mujer. Le reviento la cabeza, vamos. De hecho estoy buscando un puño de bastón de bronce para que llegado el caso este fuera más efectivo. ASCO de machirulos agresores de mierda.

16 diciembre 2018

Yo sólo te sueño...


Me he comprado unas gafas redondas enormes de tres dioptrías, para mi presbicia. Me encanta verme tan ridícula con ellas.
Ayer hizo un mes que se marchó. Es muy raro: por un lado parece que ha pasado muchísimo tiempo, y por otro lado parece que no es verdad, que no se ha ido.
Anoche soñé que estábamos en una fiesta en plan universitaria en un hotel. En algunas habitaciones la gente se montaba sus orgías o sus intercambios de pareja, y en el sótano la mayoría bailaba y alternaba como en un pub cualquiera. Yo decidí nadar entre la gente del pub, a braza, y le pedía a Fede que me sostuviera por la barriga para que no se me bajaran demasiado las piernas. También estuvimos en una habitación que habían reformado y pintado hacía poco. Una habitación que antes eran dos. Una de las dos partes estaba pintada de negro y era allí donde habíamos estado siempre, donde mirábamos nuestros ordenadores y la televisión. La pintura blanca se iba secando y aparecían manchas oscuras donde antes había estado nuestra habitación negra.
No sé por qué me dan arranques de llantera. A veces me apoyo contra una puerta, mi cara contra una puerta, y lloro imaginando que él me abraza por detrás. Y la puerta es su pecho y el aire tras de mí también es él.
Mi hermana vino el finde posterior a que se fuera. Y le olía. Nadie más podía olerlo salvo ella. Coincidía que le olía en el centro de la vivienda, donde el Feng Shui dice que está el centro (pero que en esta casa de mierda coincide con el baño que está frente a la puerta de entrada). "¡Qué bien huele! ¿Qué ambientador usas?". Y nadie más podía olerlo salvo ella.
Yo sólo te sueño...