El
mismo día que escribí esta nota (el viernes 8) subí el trozo de mi reportaje a
youtube en modo privado (sólo pueden verlo aquellos de quienes agrego su
dirección de correo) para que al menos mi familia lo viese mientras todo esto
se solventa o no. Dos días después recibí una notificación de copyright de
Youtube, en este caso una reclamación de ID proveniente de RTVA. Esto significa
que Youtube ha recibido una serie de archivos de RTVA que se cotejan con los
vídeos que subimos para comprobar que no se difunden los vídeos que no quieren
que se difundan. Y me explico: Hay multitud de vídeos en Youtube sacados de
Canal Sur, si todos recibiesen notificaciones de copyright como me ha pasado a
mí, los usuarios hubieran dejado de subir vídeos semejantes ya que a la tercera
notificación te bloquean la cuenta. ¿En qué se diferencia mi vídeo del que subieron
de Inma (la otra madre)? En que el mío no tiene la mosca de la cadena. Tal vez
sea esa la manera en la que diferencian los archivos con los que debe saltar la ID de contenido.
Antes
de ayer, martes 12, Mar Cambrollé me comentó que tendría una cita personal con
el director general de RTVA para reclamar el trato que Canal Sur está dando al
colectivo transexual. Al día siguiente, es decir, ayer miércoles día 13, el
director de programas, Fidel Cardete, se puso en contacto conmigo para llegar a
un acuerdo. Quería saber cuál era mi queja, diciéndome que si tenía algún
problema debería haberme puesto en contacto con él, ya que él está a mi
disposición para cualquier tipo de reclamación sobre el programa
"Madres", en lugar de exponerla en las redes sociales donde se puede
malinterpretar. Yo le dije que en las redes sociales yo lo había explicado todo
con pelos y señales, con mis interpretaciones incluidas para que no cupiera
lugar a dudas. Él insistió en que se pueden entresacar párrafos que, fuera de contexto,
se pueden malinterpretar. No ha sido el caso, desde luego. En Facebook nos
limitamos a compartir la nota, no a copypastear párrafos. Me pidió que le
explicase qué había ocurrido y le contesté que si había leído la nota no tenía
más que añadir, pero volvió a pedirme que se lo explicase desde el principio.
Lo hice. Él entonces me dijo que es que ellos tenían un problema con mi
reportaje, y es que no se atrevían a subirlo a internet para proteger a mi hijo
como menor que es, que la ley de protección al menor pesa mucho y no se atreven
ni aunque yo firme dando mi autorización como tutora legal. Yo respondí que por
qué no me lo habían dicho antes, que si no escribía nada por internet ni me
enteraba (que no creo, que seguro que es por la presión que están recibiendo de
varios frentes: Mar desde ATA, CCOO desde el sindicato de RTVA -gracias también
a los hilos que Mar movió-, etc.). Me ofreció todos los DVD que quisiera, con
mosca o sin mosca, y yo en mis trece de que lo único que yo quiero es poder
difundir mi reportaje, y que para ello quiero un permiso por escrito. Como él
no sabía qué contestar a esto, me dijo que me llamaría el director de medios
informáticos (o algo así), pero que él seguía disponible para cualquier cosa
que necesitara, etc. Su secretaria después me dio su teléfono.
Después
de esta conversación le estuve dando vueltas al asunto y me di cuenta de que
no, de que no se le puede negar a mi hijo, ni a todxs los que son como mi hijo,
la posibilidad que un medio de comunicación público debe ofrecer para que sea
posible su integración como miembro en pleno derecho de la sociedad. Yo
consentí en hacer este reportaje porque sé de la necesidad que mi hijo tiene de
que sus características se normalicen, de que el público conozca que existen
niñxs como él, familias como la nuestra, que es importantísimo que se sepa que
el mayor daño que recibimos es de la desinformación de la sociedad, que la
desinformación lleva al miedo, que el miedo lleva al odio y que es odio lo que
mi hijo recibe cuando lo marginan o insultan. Por este motivo yo accedí a salir
en televisión, y si ahora RTVA decide no difundir el reportaje, no están
protegiendo a mi hijo, lo están marginando, no le están permitiendo integrarse
en la sociedad, están impidiendo que se conozca la realidad de los niñxs
transexuales y sus familias, están negando la información que la sociedad
necesita para que acepten a mi hijo como una niño absolutamente normal, que
únicamente tiene una característica especial como la tienen los albinos o los
zurdos.
Como
hay varios frentes abiertos y varios ases en la manga (seguro que de todas las
partes implicadas), ya os seguiré contando.