26 enero 2015

El borrado

Cada día me siento más alejada de los hombres. Salvo si voy por la calle, en el resto de lugares solo veo a hombres (o a mujeres que están delgadísimas y/o operadísimas).

No puede ser que mire la cartelera del centro comercial en el que estoy y en todos los carteles salgan hombres. Ni una mujer, coño, ni una, ni de casualidad. Cine hecho por hombres, con hombres de protagonistas, ergo dirigido a hombres. ¿Por qué las mujeres van a estas películas? De verdad, yo siento que pasan tanto de mí (como mujer), que les importo tan poco, que no van a contarme nada que me pueda interesar. No quiero ver una película dirigida a los hombres. No quiero ver la película de Angelina Jolie, protagonizada por un hombre y dirigida a hombres. Lo que los hombres tengan que contar no me interesa. Ya no.

No puede ser que mire la sección de novedades de libros en el Alcampo, o me acerque al stand de libros recomendados de Casadellibro y me encuentre 10 libros: nueve escritos por hombres y sólo una escritora.

No puede ser que mire en las noticias la sala de la ONU y vea a siete hombres por cada mujer (que además está detrás y suele ser la traductora).

No puede ser que mire la televisión y los programas de la noche, de más audiencia, sean de hombres y para hombres: El gran wyoming, El hormiguero... ¿Pero es que no os habéis fijado que en esos programas apenas entrevistan a una mujer frente a 7, 8, 9, 12 hombres? ¿Que tiene un presentador que dirige el programa con varios colaboradores hombres y apenas una mujer (monísima, por supuesto) a su servicio? ¿Que en las tertulias políticas apenas si sale una mujer por cada seis o siete hombres? ¿Que en las películas la proporción de mujeres y hombres, incluso lxs extras de relleno, no es real, que apenas hay una mujer frente a cinco hombres como mucho? ¿Que las mujeres de las películas, incluidos las extras, suelen ser niñas, viejas o tías monísimas, que no hay mujeres comunes?

Y no me vengáis con las excepciones. O mejor dicho, tomad esas excepciones y calculadlas con lo que aquí he expuesto. A ver cuántas mujeres comunes os salen después de quitar a las niñas, las viejas y las monísimas.

Cuando era niña, adolescente, joven, estaba convencida de que si no había más mujeres escritoras, músicas, directoras de cine, guionistas, etc. famosas era porque su obra no tenía la misma calidad. Que el arte femenino era sólo para mujeres y sólo los hombres hacían arte dirigido a todo el mundo. Sólo ellos eran capaces de llegar a esas cotas de calidad, de versatilidad, de profundidad, de genialidad, de generalidad. Y estaba así de segura porque existían algunas mujeres, aunque pocas, que también eran reconocidas (Matute, Rosalía de Castro, Kahlo, etc). Nos han hecho creer que el motivo por el que no hay más mujeres públicas (sí, hijas sí, la RAE cree que las mujeres públicas son las prostitutas :( ) es porque no estamos a la altura de los hombres. No somos tan capaces.

Es un borrado al que nos someten por sistema (lo del burka es el máximo exponente) y en todos los ámbitos, incluso en la calle, donde los hombres se sienten con derecho de opinar sobre nuestros cuerpos con total impunidad, donde las mujeres sólo valen lo que vale su físico o su entrega: "es feucha pero muy abnegada", "¡cómo ha podido dejarla con lo que vale por esa tía tan fea!".

Vivo en un mundo de hombres, dirigido por hombres y al servicio de los hombres. Las mujeres somos accesorios, subhumanos, personas, sí, pero menos. Dicen que me paso, que soy demasiado exagerada, que la cosa no está tan mal, que no todos son machistas. Joder, vivo en un mundo de hombres, en el que me borran por sistema. Y no puedo, no puedo no verlo. No puedo ver una película, no puedo leer un libro, no puedo ver los programas de la tele, no puedo mirar a ningún lado sin ver ese borrado, ese sexismo, ese machismo, esa misoginia. Lo que no entiendo es cómo no lo veía antes. Por favor, mujeres, vedlo también como lo veo yo. Despertad. No os conforméis. Plantaros. Decid basta. No compréis los productos que utilizan nuestros cuerpos para vender, no compréis los productos que nos encasillan como servidoras de los hombres, no compréis los productos que nos esclavizan a un físico estereotipado, no compréis libros ni veáis películas, ni series ni programas dirigidos a los hombres... no votéis ni militéis en partidos para los que las políticas de igualdad son "secundarias", "accesorias", "populistas". Somos la mitad de la población. Creo que ya está bien de que nos utilicen, no?

Y vosotros, hombres que no queréis formar parte de ese borrado, de ese mundo machista de mierda, que no os sentís identificados, que de veras creéis que las mujeres somo vuestras iguales, con exactamente los mismos derechos; vosotros, hombres, declararos feministas y no miréis para otro lado. Recordad que "ser pasivo ante las injusticias es estar al lado del opresor", lo que quiere decir que no oponerse al machismo ya significa ser machista. Mirad a vuestro alrededor, mirad lo que os señalo y lo que no os señalo, mirad cómo está todo construido para perpetuar la desigualdad entre hombres y mujeres. Mirad, y cuando hayáis sido capaces de ver, entonces actuad.

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