16 diciembre 2018

Yo sólo te sueño...


Me he comprado unas gafas redondas enormes de tres dioptrías, para mi presbicia. Me encanta verme tan ridícula con ellas.
Ayer hizo un mes que se marchó. Es muy raro: por un lado parece que ha pasado muchísimo tiempo, y por otro lado parece que no es verdad, que no se ha ido.
Anoche soñé que estábamos en una fiesta en plan universitaria en un hotel. En algunas habitaciones la gente se montaba sus orgías o sus intercambios de pareja, y en el sótano la mayoría bailaba y alternaba como en un pub cualquiera. Yo decidí nadar entre la gente del pub, a braza, y le pedía a Fede que me sostuviera por la barriga para que no se me bajaran demasiado las piernas. También estuvimos en una habitación que habían reformado y pintado hacía poco. Una habitación que antes eran dos. Una de las dos partes estaba pintada de negro y era allí donde habíamos estado siempre, donde mirábamos nuestros ordenadores y la televisión. La pintura blanca se iba secando y aparecían manchas oscuras donde antes había estado nuestra habitación negra.
No sé por qué me dan arranques de llantera. A veces me apoyo contra una puerta, mi cara contra una puerta, y lloro imaginando que él me abraza por detrás. Y la puerta es su pecho y el aire tras de mí también es él.
Mi hermana vino el finde posterior a que se fuera. Y le olía. Nadie más podía olerlo salvo ella. Coincidía que le olía en el centro de la vivienda, donde el Feng Shui dice que está el centro (pero que en esta casa de mierda coincide con el baño que está frente a la puerta de entrada). "¡Qué bien huele! ¿Qué ambientador usas?". Y nadie más podía olerlo salvo ella.
Yo sólo te sueño...

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