05 octubre 2018
Todo es tan mierda
No sé cómo voy a ser capaz de aguantar hasta el final. De dónde voy a sacar las fuerzas. Qué duro se está volviendo todo, y qué difícil no llorar. A veces el nudo se agranda tanto que, literalmente, no me deja respirar. Ver cómo se encoge, cómo va dejando de ser él. Sus ojeras de dolor. Sus ojos tristes y llenos de desconcierto y desesperanza. Con lo que le quiero. Con lo que nos hemos querido todos estos años, tan pegajosos que hemos sido siempre. Por la noche me arrimo a él, a su calor, sin poder abrazarle porque le duele. Le quiero tanto. Y sufre tanto. Y todo es tan mierda.
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